1. Diariamente hacer cinco comidas: 3 completas y 2 tentempiés (a media mañana y a media tarde). El comer incrementa el metabolismo y se queman más calorías.
2. Levantarse de la mesa cuando notemos que hemos saciado el apetito. El estómago también se educa y podes evitar convertirlo en un "pozo sin fondo". No es lo mismo sentirse satisfecho que lleno.
3. Condimentar las comidas con hierbas (perejil, estragón, tomillo, laurel), aromáticos (cebolla, ajo, limón, vinagre), y especias varias (canela, curry, azafrán).
4. Las carnes y los pescados deben guisarse a la parrilla o estofarse con aromas y poco aceite.
5. Eliminar de la dieta los alimentos salados "por naturaleza". Evitar los quesos, las carnes y los pescados ahumados o conservados en lata.
Olvídarse de las verduras en conserva, el chucrut, la manteca salada, la pasta de anchoas, las alcaparras en salmuera y la sal de apio.
6. Beber un vaso de jugo de algún cítrico (naranja, limón, mandarina o pomelo) antes de comer, en lugar de después. Se ha comprobado que ayuda a mantener la línea porque, entre otras cosas, desintoxica el aparato digestivo y disminuye el apetito.
7. Es indispensable comer verdura en abundancia, mejor cruda: contiene muchos minerales y vitaminas, aporta calorías y sacia. Son preferibles las papas (hervidas), lechuga, cebolla, hinojo, espárragos, calabazas, chauchas tiernas, pimientos y champiñones. Sin embargo, debe evitarse la berza.
8. Beber mucho agua ya que elimina los productos de desecho y los residuos de sal estancada en el cuerpo. Es ideal beber un vaso de agua antes de acostarse ya que diluye los ácidos úricos y otro, por la mañana, para combatir el estreñimiento.
9. Para la cocción de verduras, usar olla "a presión" que conserva mejor los sabores.
10. Si estamos pasando por una 'crisis', procurar llenar la heladera con alimentos bajos en calorías.
FUENTE: Deporte y Salud
www.deportesalud.com
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